viernes, 16 de mayo de 2008

EL PERRO EN LA CULTURA AZTECA




XOLOLT, Dios Monstruo, es gemelo de Quetzalcoatl Dios del Cielo y del Saber.

El perro ha sido compañero del hombre desde hace más de 30.000 años, momento en que concluyó su proceso de domesticación, el cual se inició hace unos 70.000 años, cuando el hombre y las jaurías de lobos asiáticos competían por alimento y territorio.
Luego el ser humano comenzó a experimentar con crías de lobos cautivas hasta lograr que en lugar de competir comenzaran a colaborar entre sí, llegando a formar parte de las comunidades humanas, desempeñando diversas funciones dentro de éstas.
En mesoamérica, y especialmente, dentro de la cultura Azteca, el perro fue elemento importante, no sólo como elemento integrante de las comunidades, sino también en el ámbito religioso.
Los Aztecas, como todos los pueblos primitivos, formaron su religión llena de esperanzas, temores y adoración en torno a las fuerzas de la naturaleza, las cuales no comprendían, pero cuyos efectos benéficos o destructores si recibían.
La vida del pueblo azteca giraba en torno a la religión, en la cual su dios principal y todopoderoso era TONATIUH (el sol), al cual atribuyeron todas las bondades y defectos de los humanos, pero con gran poder sobrenatural .
Entre los muchos monumentos construídos por los aztecas para venerar al Dios-Sol, el más importante fue la Piedra del Sol (Cuauhxicalli) o Calendario Azteca, el cual demuestra el grado de adelanto cultural y científico que este pueblo alcanzó en astronomía, matemáticas, medición del tiempo y es una de las mejores expresiones de arte azteca.
Las figuras grabadas en este imponente monolito representan los datos referentes a la formación del sol, el orden del sistema planetario, la creación de la tierra en sus distintas eras, la aparición de la pareja divina. En su relieve presenta ocho círculos concéntricos, en el tercero de los cuales, del centro a la periferia, se distinguen veinte espacios, que corresponden a cada uno de los veinte días del período que se puede considerar como el mes azteca.
Cada día del mes lo presidía un dios o diosa que tenía influencia en las actividades de los humanos. El día 17, era presidido por el Dios XOLOLT, dios monstruo considerado doble gemelo de Quetzalcoatl, representando todo aquello que significara dualidad. En la mitología nahoa, se designó como "gemelo precioso" al planeta Venus; cuando hacía su aparición en el día se decía que era el dios Quetzalcoatl, y cuando era visible por la tarde era el dios XOLOLT.
El México pre-hispánico representó al perro en la figura del dios XOLOLT.

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