NO QUIERO SER LA ÚNICA QUE NO HABLE DE ESTO

En casa, en mis paseos por el barrio, en mis visitas al parque, en el veterinario, en la puerta de la panadería, por cualquier sitio por dónde voy últimamente sólo se habla de una cosa, de una niña misteriosa, todos hablan de esa niña, ¿será la que sale en el programa de los viernes noche en Canal Sur?, ni idea, me estoy volviendo loca, cuando a estos humanos les da por algo, ¿será una nueva Spice Girl?, ¡es que yo no me aclaro!, porque cuando hablan de ella lo hacen con sorna, bueno, lo hacen con sorna todo el mundo excepto un señor con barbita blanca y pelo negro que sale en la tele delante de un pajarraco azul,el cual me han dicho que antes de ser azul era negro y con pluma, pero dejemos la ornitología para otra ocasión y centremonos en esta pitufita.

¿Qué niña será?, ¿la conoceré?, ¿será la hija de Mohamed y de Fátima?, ¿será la hija de Lola y de María?, ¿será la hija de Luís y de Paco?, ¿será la hija de Nuria?, hay tantas niñas, tantas niñas con tantas familias, pero en el fondo dudo que sean todas las niñas que he mencionado anteriormente, la cara de hombre del pájaro azul (ántes negro) me dice que para él no existen éstas familias, seguro que es la niña que va al cole de la calle betis, pobre niña, espero que cuando crezca vea que a su alrededor hay una diversidad cutural, familiar, étnica. religiosa....., que no la ve el señor del pájaro azul (antes negro).

A continuación os voy a poner un poema de María Wine, mas conocida como la vieja gran dama de la poseía sueca, el cual viene muy bien para terminar, espero os guste.

EN ALGUN LUGAR
En algún lugar
tiene que haber un rayo de luz
que disipe las tinieblas del futuro
una esperanza
que no se deje matar por el desencanto
y una fe
que no pierda inmediatamente la fe en si misma
En algún lugar
tiene que haber un niño inocente
al que los demonios no han conquistado aún
un frescor de vida
que no espire putrefacción
y una felicidad
que no se base en las desgracias de los demás.
En algún lugar
tiene que haber un despertador de la sensatez
que avise el peligro de los juegos autoaniquiladores
una gravedad
que se atreva a tomarse en serio
y una bondad
cuya raíz no sea simplemente maldad frenada.
En algún lugar
tiene que haber una belleza
que siga siendo belleza
una conciencia pura
que no oculte un crimen apartado
tiene que haber
un amor a la vida
que no hable con lengua equívoca
y una libertad
que no se base en la opresión de los demas.