El 21 de marzo hizo su entrada la primavera. ¿No notáis el cielo diferente? ¿Y el sol? ¿Y qué me decís de las plantas y de su colorido?
¿Y qué sucede en nuestro interior cuando asistimos a este despertar de la naturaleza?
Mucho se ha escrito a propósito de esta estación símbolo de vida, optimismo, renacimiento, esperanza... Antonio Machado, por ejemplo, le dedica estos versos:
La primavera besaba
suavemente la arboleda,
y el verde nuevo brotaba
como una verde humareda.
Las nubes iban pasando
sobre el campo juvenil...
Yo vi en las hojas temblando
las frescas lluvias de abril.
Bajo ese almendro florido,
todo cargado de flor
—recordé—, yo he maldecido
mi juventud sin amor.
Hoy, en mitad de la vida,
me he parado a meditar...
¡Juventud nunca vivida,
quién te volviera a soñar!
Los biorritmos siguen alterados.
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